Eduardo Rosselot Jaramillo (1933 – 2020)
El 24 de octubre falleció Eduardo Rosselot J., Académico de número de la Academia Chilena de Medicina desde 1991. Fue una pena muy grande a pesar de que venía arrastrando una larga enfermedad que lo fue alejando del mundo en los últimos años. Eduardo estudió el pregrado en la Universidad de Chile llegando a ser Presidente del Centro de alumnos, en ella se formó como especialista primero en Medicina Interna y luego en Cardiología; llegó a ser Director del Departamento de Medicina y de la sección de cardiología del hospital universitario y alcanzó el Decanato y en esa condición presidió la Asociación de Facultades de Medicina de Chile (ASOFAMECH). La Universidad lo distinguió con el rango de Profesor Emérito y le dio la Condecoración Juvenal Hernández. Una carrera imposible de más completa en su universidad.
El Dr. Rosselot Fue miembro del American College of Physicians y llegó a ser Gobernador de la Región de Chile. El College lo premió distinguiéndolo con la categoría de “Master”. Fue socio de la Sociedad Médica de Santiago y de la Sociedad Chilena de Cardiología, en ambas ocupó sus presidencias. Fue un destacado cardiólogo completando su formación con una estada en el Cedars Sinai Medical Center; dentro de la cardiología se dedicó con preferencia al estudio de las arritmias.
Fue autor y coautor de libros, capítulos en libros y artículos en Revistas sobre temas cardiológicos pero también sobre manejo del paciente crítico, educación médica, bioética.
Durante su presidencia de la Sociedad Médica de Santiago, junto al Dr. Salvador Vial a mí, impulsamos la creación de la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (CONACEM) y él continuó en esa institución como Secretario General por algo más de 10 años. También fue un estudioso de la Bioética y participó en el Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética de la Universidad de Chile, impulsó la enseñanza de la bioética en forma transversal en la carrera de Medicina y la creación del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas, donde participó activamente en el programa de Magíster.
Eduardo con un carácter muy especial, siempre sereno, inmutable, de buen ánimo aunque las cosas no anduvieran como él quisiera, introvertido, fue un modelo de médico, de educador o mejor dicho de formador de médicos y de servidor de la medicina de este país y de su universidad. Lo echaremos mucho de menos.